Hospital de Castro
Dr. Augusto Riffart

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La crisis sanitaria, trajo consigo una serie de secuelas. La funcionalidad de algunas personas se vio afectada, llegando incluso a limitar su autonomía debido a la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que van interfiriendo en su vida cotidiana.

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Atentos a esta realidad que proliferó en la pandemia, es que el Hospital base de Castro implementó un nuevo programa de atenciones preventivas y de intervención a pacientes que poseen deterioro cognitivo moderado y severo, liderado por la neuróloga, Dra. Lorena Morante Mejía.

 

El aislamiento social, explicó la especialista, hace que esta enfermedad se acentúe, sumado a la pérdida sensorial, lo que repercute en el déficit de comunicación con su ambiente.

Con un equipo interdisciplinario integrado por la Neuróloga, Dra. Lorena Morante, la Terapeuta Ocupacional, Carolina Espinoza, el Fonoaudiólogo, Simón Asenjo y el Trabajador Social, Raúl Hernández, y la llegada próximamente de una neuropsicóloga, se trabajará con los usuarios y sus familias en toda la provincia de Chiloé, buscando mejorar la calidad de vida.

Con un plan de acción que abarcará 10 comunas de la provincia, se realizarán atenciones a domicilio, con un plan de intervención que involucra a la Atención Primaria de Salud, lo que permitirá prestar un mejor servicio a los pacientes.

La demencia, es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. En función del área del cerebro dañada, la demencia puede tener un impacto diferente en las personas y provocar diferentes síntomas. Así lo aseguró la neuróloga Lorena Morante:

“Los síntomas y signos son muy sutiles al inicio. Comienzan con perdida cognitiva, con olvidos de lo que estaban haciendo, de nombres o cosas, más recientes, mientras que de cosas más antiguas lo mantienen vívido. A medida que avanza la enfermedad, además de los olvidos, se comienzan a ver otros trastornos de las funciones tanto motoras, visuales, perceptuales, lo que hace que el paciente poco a poco vaya perdiendo la funcionalidad y vaya siendo más dependiente de sus familiares por lo que va a requerir un cuidador.”

Mantener una dieta saludable, estar activos física y socialmente, sin descuidar los controles de salud son algunas de las recomendaciones entregadas por la neuróloga:

“Para prevenir, lo principal es el control de las enfermedades cardiovasculares que existen como: hipertensión, diabetes, dislipidemia, y dentro del núcleo familiar es importante la interacción, vale decir, hacer actividades recreativas, ejercicio físico diarios y utilizar distintas herramientas para estimular el cerebro con conversaciones amenas, realizar alguna pintura, música, todo sirve para estimular y evitar que progrese la enfermedad”

Los síntomas de la demencia varían según la causa, siendo los más frecuentes los cambios cognitivos, la pérdida de la memoria, la dificultad para comunicarse o encontrar las palabras para ello, el deterioro de las habilidades visuales y espaciales, la dificultad para razonar o para resolver problemas o manejar tareas complejas, planificar y organizar, sumado a la descoordinación de las funciones motoras, cambios psicológicos y de personalidad, entre otras.

Los especialistas recomiendan evitar el consumo excesivo de alcohol, dado que está vinculado a un mayor riesgo de demencia, en particular a la demencia de aparición temprana. La hipertensión, colesterol alto, la obesidad, la diabetes mal cuidada, y el consumo de tabaco podrían aumentar el riesgo de desarrollar demencia y enfermedades de los vasos sanguíneos.

Sin embargo, la actividad física y la interacción social pueden retrasar la aparición de la demencia y reducir sus síntomas y efectos. Recomendándose además la realización de actividades mentalmente estimulantes, como leer, resolver crucigramas o juegos de palabras, y la ejercitación de la memoria, donde el núcleo cercano cumple un rol fundamental.

La dieta también influye, por ello se recomienda incluir frutas, verduras, granos enteros y ácidos grasos omega-3, que se encuentran comúnmente en ciertos pescados y en las nueces, lo que podría promover la salud y reducir el riesgo de desarrollar demencia.