Ya es tradición en Chile celebrar cada 31 de octubre la Noche de Brujas, o Halloween, víspera de la fiesta cristiana occidental de Todos los Santos, donde se recuerdan a los muertos, mártires y fieles difuntos. Esta tradición de Halloween, con orígenes en Irlanda y Escocia, posteriormente trasladados a Norteamérica en el siglo XIX, en la actualidad se celebra en múltiples países, con la principal actividad festiva de recolección de dulces por parte de niños en sus barrios y casas aledañas.
Es producto del alza en la ingesta de golosinas que se produce durante estas fechas en niños y adolescentes, es que desde el equipo de nutricionistas clínicas del Hospital de Castro entregaron recomendaciones a las familias chilotas ante este panorama. En primer lugar, la nutricionista Katherine Cuevas mencionó que “es importante considerar que es muy útil poder fraccionar el consumo de dulces durante estos días y evitar que el consumo de éstos se extienda por más de un día o por semanas, dependiendo del volumen de dulces que consigan los niños. Podemos preferir los dulces pequeños y entregar durante el día, entre comidas puede ser”, indicó la profesional, enfatizando que estos alimentos no deben reemplazar los horarios esenciales de alimentación, como el almuerzo, once o cena.
Asimismo, la nutricionista del Hospital de Castro indicó que “es importante también poder incorporar colaciones saludables entre comidas, o entre el fraccionamiento de estos dulces pequeños, como frutas, yogurt o alimentos altos en fibra como barritas de cereal, que suelen ser útiles para evitar estos peak de azúcar en sangre y que pueden traer como consecuencia que gastrointestinalmente tengamos un desbalance, como dolores estomacales o episodios críticos de diarrea también”.
Como una alternativa de reemplazo al consumo de dulces, Katherine Cuevas afirmó que “existen ideas creativas donde podemos incorporar frutas u otro alimento saludable con la temática que a los niños les guste ver, que en este caso serían de disfraces o Halloween. Por ejemplo, podemos hacer mini calabazas con mandarinas, o fantasmitas de plátanos con ojitos, y podemos incorporar a los niños en la dinámica de hacer manualidades y jugar un poco con los alimentos, para poner el énfasis en la creatividad y en la diversión, no en el consumo elevado de azúcar.”
Respecto a la relevancia de controlar la ingesta de golosinas y alimentos ultra procesados en infantes y adolescentes, la profesional reforzó que “es importante, sobre todo porque actualmente tenemos niveles muy altos de niños que sufren mal nutrición por exceso u obesidad, sobrepeso, y que es un factor de riesgo muy importante para que en la adultez puedan desarrollar resistencia a la insulina o diabetes. Por eso es esencial que los peak de azúcar, o niveles de azúcar en sangre, se encuentren constantemente balanceados y dentro de los rangos normales”.
Comunicaciones Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro – Miércoles 30 de octubre del 2024.
