Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, fecha con la que se busca reforzar el mensaje de conciencia en torno ante esta patología y la importancia de tu tratamiento. La diabetes mellitus es una enfermedad muy frecuente, actualmente se calcula que un poco más del 12% de los chilenos son portadores de diabetes, ya sea tipo 1, tipo 2 o algunos tipos más infrecuentes. La diabetes fue una de las primeras enfermedades integradas al sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), por lo que cualquier persona que sea portadora de esta enfermedad tiene derecho a la atención y tratamiento de esta patología en nuestro país.
Se denomina diabetes mellitus a la serie de trastornos metabólicos que terminan produciendo altos niveles de glucosa en la sangre de una persona, usualmente causados por la deficiencia en la producción de insulina o resistencia a dicha hormona. Entre sus tipos más comunes se encuentra la Diabetes tipo 1, que es autoinmune y puede contar con un factor genético, la Diabetes tipo 2, que suele ocurrir en personas adultas, generalmente con factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo o presencia de diabetes en su historial familiar, y también se encuentra la Diabetes Gestacional, que ocurre durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto.
En torno a esta afección, el médico internista del Hospital de Castro, Dr. Carlos Moreno, indicó que “es importante que la gente sepa que, si bien la diabetes no es una enfermedad curable actualmente, si es tratable. Pacientes diabéticos pueden desarrollar una vida normal, completa y sin ninguna secuela si es que reciben un buen tratamiento y si son ordenados en sus remedios”, indicó el especialista, agregando sin embargo que, la falta de consistencia en el abordaje de esta enfermedad afecta seriamente con secuelas a largo plazo a la población diabética en nuestro país.
“La gran mayoría de los pacientes con diabetes en Chile se van secuelando, van acumulando daños y, en general, un grupo importante de ellos tiene mucho daño, mucho sufrimiento, en la medida que avanza el tiempo, entre los 50 o 60 años. Incluso en las poblaciones más jóvenes, cuando son diabéticos tipo 1, que se desarrolla durante la infancia”, afirma el profesional.
El Dr. Carlos Moreno forma parte del Policlínico de Diabetes del Hospital de Castro, espacio de atención donde se da seguimiento a usuarios diabéticos de la provincia de Chiloé a través de un staff médico, de enfermeras, nutricionistas y psicólogo cuando es requerido. Este policlínico también proporciona insulina y medicamentos de acuerdo a las características de cada paciente, pero su principal función es contribuir al buen manejo del padecimiento con una pauta nutricional acorde que permita mantener objetivos de glucosa en la sangre, control de peso y reducir el riesgo de afecciones de salud relacionados con la diabetes, tales como daño renal, enfermedades cardiovasculares o problemas de visión.
Maikel Aguilante tiene 31 años, es conductor de buses, reside en Lelbun, y fue diagnosticado con Diabetes tipo 1 el año 2013 en el Hospital de Queilen, tras síntomas como una súbita y considerable baja de peso, un radical aumento en su necesidad de tomar agua y, asimismo, orinar constantemente. Tras una semana desde su diagnóstico, Maikel fue derivado al Policlínico de Diabetes del Hospital de Castro.
Con el paso de los años, Maikel se inyecta insulina antes de cada comida para controlar sus niveles de glucosa, medida que también lo insta a ser riguroso con su alimentación: “uno no lo toma como un gran obstáculo el tener diabetes, sino que como un paso más. En vez de comer algo rápido, primero tengo que hacer el proceso previo de inyectarme antes. Hoy en día si me ofrecen algo de comer, yo digo sí o no, va a depender de la situación en la que esté. Si es mi horario de colación, si es que realmente lo puedo comer o si en realidad tengo hambre. Lo importante es comer lo que se deba comer y restringir el azúcar, obvio.”
Respecto a cómo ha sido su atención a través del Policlínico de Diabetes, Maikel afirma que “desde el 2013, al final estuve una semana nomás en el Hospital de Queilen, de ahí me derivaron al Hospital de Castro, con especialistas, los cuales detectaron qué tipo de insulina debía usar. Al principio usaba una y era súper cuática porque tenía que usar una jeringa gigante, estuve como un año con esa. De ahí me cambiaron a la ultra rápida, fue un gran alivio porque son súper fáciles de usar y de transportar también. Desde ese año estoy con controles hasta el día de hoy en Castro con el Dr. Moreno, el cual también ha sido un apoyo súper bueno, porque él no te va a retar porque hiciste algo mal, sino que te aconseja y dice las cosas claras. Las nutricionistas también han sido un buen aporte, el Hospital de Castro tiene buenos profesionales en ese sentido, por lo menos en mi especialidad.”
Maikel ha logrado gestionar adecuadamente su diabetes de acuerdo a su contexto social, familiar y laboral. Con el paso de los años, ha descubierto que existen alimentos que prefiere no consumir para evitar alzas de azúcar en su sangre, como el pan, que ya no forma parte de sus desayunos, y que reemplazó por la avena. Junto a su esposa, han adoptado una pauta de alimentación balanceada, siempre informándose respecto a nuevos productos que puedan ser integrados en su despensa, priorizando una alimentación variada, y a la vez, moderada. Asimismo, desde el Hospital de Castro le proporcionan la insulina requerida para mantenerse compensado, y controles a lo menos 2 veces al año para darle seguimiento.
Casos como los de Maikel son clave para comprender que un tratamiento responsable de la diabetes puede prevenir las enfermedades asociadas de esta patología. Ante este panorama, el Dr. Carlos Moreno reafirma que “es mucho más difícil revertir o mejorar a un paciente dañado que evitar que un paciente llegue a esas instancias de gravedad. Entonces mi llamado a los pacientes con diabetes es primero que no dejen bajo ningún punto de vista su control y su tratamiento, aunque no tengan molestias, porque esa es la idea, que puedan vivir bien. Y, segundo, que sean ordenados con su vida. En realidad, que lleven una vida sana. La diabetes es una enfermedad grave, frecuente, desgraciadamente no tiene cura, si tiene tratamiento, pero sí se puede prevenir, a excepción de la diabetes tipo 1, que es la diabetes de la infancia y tiene un componente genético muy alto. También está la hipertensión, la obesidad, el colesterol alto. Muchas de estas enfermedades son manejables y prevenibles. La salud depende mucho de lo que uno haga consigo mismo, no se dejen en el abandono y eviten sufrimientos mayores para ustedes y sus familias”.
Comunicaciones Hospital de Castro – Jueves 14 de noviembre del 2024.